Iris vino al mundo en el año 2018 del calendario occidental y tuvo una vida particular. Hija de una inmigrante, a quien nadie reclamó, a los días de haber nacido fue trasladada a la ciudad de Trujillo en donde un orfanato regentado por la congregación de las madres misioneras de San Vicente de Paúl la recibió y se encargó de alimentarla y educarla hasta la edad de quince años. Las misioneras se convirtieron en su familia y eso influenció en su visión espiritual de la vida bajo el prisma de la cristiandad. Pero si bien tuvo amor y cariño de la gente de su entorno, había algo en el fondo de ella que la hacía desconectar del mundo que la rodeaba. Una especie de vacío que iba creciendo poco a poco en su interior, alimentado por lo que ocurría en el mundo y sus propias vivencias.
El mundo que se abría paso ante los ojos de Iris era un mundo salvaje, intenso, globalizado, hiper-comunicado gracias a las redes sociales y en plena ebullición social. En varias partes del planeta, el descontento popular con las políticas para regular las crisis migratorias, la falta de empleo y la situación de precariedad de millones de familias impulsaron el advenimiento de fuerzas radicales y populistas al poder en muchos países. Todo esto sumado a la revolución de las tecnologías de automatización y la Inteligencia Artificial aumentaban la sensación de que la humanidad estaba entrando a una era de caos social global.
En el año 2020, una crisis sanitaria global ocasionada por el virus SARS-CoV-2 puso a prueba el sistema económico y político, así como el modelo de desarrollo global de la sociedad humana. Pero por sobre todo puso en evidencia las marcadas brechas de desigualdad existentes en el planeta entero. Este hecho marcó un punto de inflexión en la sociedad que reclamaba cambios a sus políticos, así como medidas drásticas para mejorar el nivel de vida de todos los humanos y cuidar el planeta.
La política en muchos países estaba agitada debido a esto y a la recesión global de la economía que tuvo un fuerte impacto en el empleo a nivel mundial. En Inglaterra se estaba desarrollado el proceso de separación de Europa debido al descontento generalizado de una gran mayoría popular que veía Europa como una amenaza. En Alemania el partido ultraderechista se había convertido en la tercera fuerza política. Austria estaba siendo gobernada por un partido de extrema derecha, así como otros países del este. En Francia el descontento popular incitó a manifestaciones violentas en las calles ante las medidas gubernamentales y la extrema derecha se estaba posicionando como una fuerza política importante. Estados Unidos puso en marcha políticas anti migratorias excesivas contra México y otros países de Medio Oriente, así como una serie de decisiones que buscaban boicotear acuerdos a nivel internacional para reducir la contaminación entre otros temas muy polémicos. En el continente sud americano, Brasil eligió a un presidente de extrema derecha con políticas populistas. El panorama político estaba muy revuelto.
El Perú no era ajeno a ello. Las fuerzas políticas populistas y extremistas vivían en permanente enfrentamiento con los partidos progresistas. Los escándalos de corrupción destapados por la prensa generaron un ambiente de descontento generalizado contra la clase política. En ese contexto grupos subversivos comenzaron a desarrollar actividades violentas en varias ciudades del interior del país entre los años 2022 y 2023. Hubo cientos de muertos hasta que finalmente el gobierno pudo controlar y desactivar esos movimientos que hicieron recordar a todos los peruanos el terror vivido en los años ochenta del siglo veinte.
Los ataques terroristas pusieron sobre la mesa el tema de la integración y la identidad peruana. Un tema olvidado que nunca fue abordado por la clase política y que se manifestaba en el descontento y desconexión del Perú desarrollado con zonas alejadas al interior del país. En el año 2026 se puso en marcha un plan ambicioso de integración nacional y de desarrollo de las regiones con el objetivo de unificar y construir la identidad nacional entorno a las raíces pre-hispánicas y de revalorizar la cultura y tradiciones ancestrales. En este contexto se sembraron las primeras semillas de los futuros movimientos sociales que buscarían la harmonía entre el hombre y la pachamama. Pero todo cambio societal lleva tiempo y muchos decenios tuvieron que pasar antes de ver los frutos de lo iniciado en 2026.
Así pues, Iris fue creciendo ante un mundo paradójico, cada vez más comunicado por las nuevas tecnologías, pero con deseos de no querer mezclarse entre sí y al mismo tiempo deseando un cambio radical en la sociedad. Esta paradoja de la humanidad no hacía más que alimentar la propia paradoja personal de Iris, que no podía conciliar su visión cristiana del mundo con lo que veía día a día. No podía concebir ideas tradicionales con ideas modernas y progresistas. Todo esto iba alimentando cada vez más ese vacío hasta fue ocupando cada vez más todo su ser.
A sus quince años se sentía vacía. Un vacío que la atormentaba y no entendía porque, pero tenía ganas de desaparecer y no vivir más con los humanos que la rodeaban. Creció creyendo en Dios, pero Dios la abandonó desde su nacimiento. De nada sirvieron las explicaciones de las misioneras diciéndole que justamente Dios las había reunido para que no crezca sola, que Dios actuaba de maneras misteriosas. No encontraba lógica en ello. Había algo que se escapaba a su comprensión y no estaría tranquila hasta descubrirlo.
Dejando una nota de despedida, una noche de verano del año 2033, dejó para siempre a las misioneras de San Vicente de Paúl. Con el poco dinero que tenía ahorrado, compró un pasaje a la ciudad de Lima, de la cual había visto mucho en la televisión y las redes sociales. Se había ido pues, en busca del sueño Limeño.
Lima era una ciudad en plena ebullición. El panorama que se dibujaba ante Iris a su llegada a La Horrible, era variado. En las periferias, las casas a medio terminar en los cerros, de colores chillones y escaleras de color amarillo, llamaron mucho su atención. Era una explosión de colores de mal gusto pero que al mismo tiempo reflejaban unas ansias de vivir y sobrevivir. En una ciudad en donde aproximadamente tres horas al día son dedicadas a los desplazamientos para ir al trabajo y ganar aproximadamente 1500 soles al mes, la estética claramente no era la prioridad. Al ir ingresando más en la ciudad, los cerros se fueron transformando en edificios llenos de departamentos y oficinas de color gris por la contaminación. Las casas de colores seguían siendo parte del paisaje y a esto se le iban sumando grandes avenidas, puentes peatonales una línea de metro área y muchos autobuses. El cielo de color gris de Lima era una mezcla de nubes y contaminación. Por todo esto a esta ciudad se la conocía popularmente con cariño como La Gris o La Horrible.
Al llegar al terminal de buses, Iris llamó a Alicia, una venezolana que había contactado mediante las redes sociales antes de organizar su viaje a Lima. Alicia había llegado a Perú en el año 2018 en el mismo autobús que la madre de Iris, esto por supuesto nunca lo supieron. Alicia le había propuesto a Iris ayudarla a instalarse en Lima y conseguir un trabajo, que era lo que con tantas ansias buscaba para independizarse y hacer su propia vida.
Así pues, Iris comenzó su nueva vida en Lima. Ella acompañaba a Alicia en su trabajo en una tienda de ropas en un centro comercial en el distrito de Miraflores. Era muy frecuente que en las tardes luego del trabajo las dos vayan a la plaza del parque Kennedy a reunirse con otros trabajadores venezolanos y locales para conversar sobre temas de actualidad e intercambiar informaciones sobre otros potenciales trabajos.
- ¿Han visto en las noticias sobre el viaje a Marte? ¡Por fin ya tienen una fecha de lanzamiento! – dijo uno de los chicos del grupo, su nombre era Jaime.
- ¿Viaje a Marte? – replicó Alicia – mejor regresa a la Tierra con nosotros, ¿qué sabes de Don Pancho que tiene su restaurante cerca de la plaza? Me parece que estaba buscando a alguien para que le ayude a servir las mesas.
- Si, si, Don Pancho está buscando alguien más porque el negocio le está yendo bien.
- ¿Viaje a Marte? – preguntó Iris a Jaime.
- ¡Si! ¡Así es! Es una empresa gringa que se llama Space X, inicialmente tenían que ir en el año 2025 pero tuvieron unos problemas con los motores y postergaron todo para mejorar su tecnología. ¡Será el primer viaje tripulado a Marte!
- ¿En serio?!Wuau! ¿Cuándo viajan?
- Todavía en unos 5 años más o menos, todo está programado para 2040 ¡pero están buscando voluntarios para ir!
De pronto la mirada de Iris se dirigió al cielo limeño lleno de nubes y contaminado por esas luces amarillas de la noche. Entre unas nubes que pasaban pudo ver una estrella que parpadeaba tímidamente. La miró fijamente, su corazón se puso a latir fuertemente, su cuerpo se encontraba en Lima, pero su inconsciente estaba intentando desesperadamente viajar a esa estrella.
- ¡Iris! ¡Regresa con nosotros! ¿Qué te ha pasado? ¿Quieres irte al espacio acaso? Jajaja bueno Jaime ¡al menos no estarás solo cuando vayas! ¡Iris! presta atención a lo que estamos diciendo, Don Pancho necesita alguien para su restaurante y creo que es una buena oportunidad para ti.
- Jajaja eso Iris – replicaron en coro los otros integrantes del grupo – ¿Para qué querer irse de este planeta cuando tenemos de todo aquí?
¿Para qué querer irse de este planeta cuando tenemos de todo aquí?
¿Para qué querer irse de este planeta cuando tenemos de todo aquí?
¿Para qué querer irse de este planeta cuando tenemos de todo aquí?
Tenemos de todo aquí
Tenemos de todo aquí
Tenemos de todo aquí
La mente de Iris estaba invadida de estas interrogantes que se repetían una y otra vez como una voz interior. Un nuevo vacío comenzó a crecer en ella ¿Aquel vacío que le empujo a dejar Trujillo e ir a Lima la estaría nuevamente empujando a realizar otro viaje? Tenemos de todo aquí, esa frase no dejaba de perturbarla ¿Tenia ella realmente de todo aquí? Había obtenido un trabajo y una vida propia en Lima y eso la mantuvo contenta durante un tiempo. Pero en el fondo ella aún buscaba algo más, nunca supo qué, en realidad, aparentemente su nueva vida en Lima no era lo que estaba buscando.
Así pasaron los años en Lima. Iris y Jaime comenzaron una relación sentimental, ambos tenían el mismo sueño de viajar a Marte y se inscribieron al programa de selección sin tener realmente ninguna esperanza real de poder ir, pero quien sabe, ¡quizás algún día los llamarían! La vida no era fácil, tanto Jaime como Iris tenían dificultades para llegar al final de mes y más que vivir, sobrevivían. Ambos vivían en una habitación que compartían en la zona Norte de Lima y seguían con su rutina diaria esperando algún día recibir el correo electrónico de la salvación que los llevaría fuera de ese mundo hacia literalmente un nuevo mundo, lejos de La Horrible y de sus problemas.
Pero ese correo nunca llegó.
Con el pasar de los años la relación entre Iris y Jaime se tornó insostenible. Si bien en un principio ambos compartían el mismo sueño, con el pasar de los años Jaime fue abandonando esa idea para interesarse más en los sueños terrenales. Tener una familia, una casa, un carro, tener cierto estatus, viajar y una serie de objetivos más se convirtieron en la prioridad para Jaime, mientras que Iris aún temblaba cuando miraba las estrellas y se encontraba cada vez más vacía e infeliz.
Un buen día de invierno del año 2040, Iris, sin decir adiós, cogió una mochila y dejó a Jaime y a La Horrible para siempre. En el espacio, en esos precisos instantes, la primera nave espacial tripulada con destino a Marte se encontraba a un par de meses de llegar a su destino. Se trataba de la misión Space X 2040. Misión para la cual nunca llamaron a Iris ni a Jaime.
Iris estaba harta de su vida en este planeta, se sentía prisionera de él sin ninguna manera de escapar, ella solo pensaba en las estrellas y en el misterio de este universo. No podía entender como las personas podían levantarse todos los días y seguir una rutina ciegamente cuando ni siquiera sabían ¿por qué vinieron a este mundo? ¿cuál es el objetivo de sus vidas? ¿por qué hay vida en la Tierra? ¿cuál es el sentido de todo esto? Un deseo de estar sola y alejada de la sociedad fue lo que la empujó a emprender una nueva aventura en la Cordillera de los Andes. Si bien nunca fue elegida para ir a Marte, al menos en las montañas estaría más cerca del Universo.
Así, Iris, desapareció de este mundo.
Hasta que un día regresó a nosotros en un pequeño pueblito llamado las Mercedes a más de 3000 metros de altura sobre el nivel del mar, luego de haber caminado más de 100 kilómetros sola en medio de las montañas buscando un lugar donde dar a luz a su hijo.
Alfonso.